Para el chico era la primera vez; para ella, también lo era. Sus labios entreabiertos; estaba nervioso en la oscuridad, le transpiraban las manos.
Finalmente, se armó de valor y procedió; tomó el escalpelo y comenzó la autopsia.
Finalmente, se armó de valor y procedió; tomó el escalpelo y comenzó la autopsia.
Juan Cruz
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